Es incuestionable que las
empresas son sistemas organizados, es por ello que también son conocidas como
“organizaciones”, las cuales cuentan con una jerarquía que facilita la
administración de las personas y sus funciones, que sería imposible desarrollar
si no contamos con el elemento fundamental que es la comunicación. A través de
ella conseguimos instruirnos de las tareas y funciones que debemos cumplir en
nuestro puesto de trabajo, sin embargo, muchas veces la pauta que nos comunican
y conocemos para lograr con eficacia nuestros deberes, se ve interrumpida por
variadas circunstancia que nos “obliga” a saltarnos partes o pasos del proceso
con el fin de que nuestros resultados sean más inmediatos. Un claro ejemplo
puede ser cuando la empresa recibe la visita de la auditoria que viene a
evaluar los procesos establecidos, entendiendo que esta función ayuda para
llevar un control en los procedimientos, pero, al recibir la noticia de esta
sorpresiva visita, comienza un ambiente de caos en la compañía, que rápidamente
se esparce comunicando realizar todo lo que no se ha realizado, o concluir lo
que aun no se termina, con el temor de que una mala evaluación podría
convertirse en represarías. Logrando como resultado en la auditoria, una
evolución falsa de lo que en verdad se vive en el día a día. Se debe entender
que los buenos resultados no solo se reflejan en un documento, sino que también
en la satisfacción que entregamos a nuestros clientes. Esto se puede mejorar
enfocándonos en la Gestión de calidad, que nos conduce a realizar todo
con calidad, para que el éxito de los objetivos sea una realidad de la
organización.
Debemos contar con:
- · Organización orientada al cliente
- · Liderazgo
- · Participación del personal
- · Enfoque basado en procesos
- · Enfoque de sistema para la gestión
- · Mejora continua
- · Enfoque basado en hechos
- · Beneficios mutuos
F.R.
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